El Taxidermista: Arte y ciencias naturales
Magnífica crítica de Marta Teixidó sobre la muestra El Taxidermista.
Para los amables y desconocidos lectores de esta web, puede resultarles extraño que en Cuadros de una Exposición se hable de taxidermia, puesto que la técnica de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos y facilitar así su exposición, estudio y conservación, parce más bien un aspecto de las ciencias naturales, que el propiamente artístico.
Y así lo pensaba también esta crítico de provincias. ¡¡¡Craso Error!!! debidamente subsanado gracias a la magnífica exposición El Taxidermista, que dentro del ciclo Memòria de la Plaça, ha organizado la Fundació Setba hasta finales de este mes de enero. Una serie de exposiciones en el que cada año, la entidad recupera una pequeña porción de este singular lugar
Una muestra que combina a la perfección el arte con la taxidermia, y que está dedicada al Museo Pedagógico y de Ciencias Naturales (Vda. De Luis Soler y Pujol), como aún puede leerse en la actualidad en el rótulo exterior, ya que lamentablemente, tan singular establecimiento cerró sus puertas en 1991, aunque el local, transformado en una restaurante-marisquería a cargo de los hermanos Arrese, ha conservado su estructura.
La tienda del Taxidermista de la Plaça Reial de Barcelona era un lugar emblemático, y que permitía al público poder contemplar la fauna autóctona o salvaje, como una forma de estudio y mantenimiento de la misma. El zoo de Barcelona tenía un acuerdo con Lluís Soler i Pujol y sus continuadores, para proteger y conservar los animales fallecidos en el zoo. Era una forma de cultura y de saber.
Lluis Soler i Pujol nació en Santpedor (Barcelona). Fue el segundo de nueve hermanos. Como segundo hijo, tal y como mandaba la tradición, estaba destinado a hacer la carrera eclesiástica. La empezó, pero dejó los hábitos por falta de vocación. Posteriormente, marchó a Barcelona y trabajó como barbero mientras estudiaba en la Universidad la carrera de Ciencias Naturales. Discípulo de Francisco Darder, del que fue el continuador natural de la actividad que aquél comenzó. Se estableció por su cuenta en 1889.
Hubo de pasar una generación para que este singular establecimiento fuera conocido dentro y fuera de la ciudad condal, gracias al yerno de Lluis Soler, que no era taxidermista, pero sí empresario: Josep Palaus.
Entre los personajes destacados que pasaron por la Plaza Real encontramos el escritor Josep Maria de Sagarra. El pintor Joan Miró, que vivía en el pasaje del Crédit con frecuencia se detenía largo rato ante los escaparates. Salvador Dalí, recién terminada la guerra encargó doscientas mil hormigas. No lo pudieron complacer. El pintor ampurdanés pasaba dos veces al año. Hizo disecar un tigre, un león y un rinoceronte que, una vez terminado, salió de la tienda sobre ruedas y con Dalí en encima. Mario Cabré visitó la tienda para mandar disecar la cabeza de toro que brindó a Ava Gardner durante el romance que tuvieron mientras la estrella de Hollywood rodaba a Cataluña “Pandora y el holandés errante”.
Fundació Setba, gracias a su directora de arte, Cristina Sempere, ha realizado una magnífica labor de colocación y exhibición de obras disecadas, en combinación con trabajos artísticos, obteniendo excelentes resultados a la hora de buscar el equilibrio entre arte y naturaleza, sin olvidar una amplia documentación (recortes de periódico, fichas, fotografías, libros y artículos sobre taxidermia, etc., ), que en su conjunto contribuye a obtener un mayor conocimiento de esta interesante y curiosa muestra.
Los artistas participantes en la exposición, han sabido captar con agudeza, sentido crítico i reivindicativo, la esencia de esta exposición. A destacar Carles Piera, con su Anatomía descriptiva, un “volátil” libro, que libera sus páginas, su compendio de una forma absolutamente etérea, para conocimiento de todos. La obra se complementa con un singular “móvil” de bombillas, cuyo diverso contenido simboliza poéticamente la luz del saber.
Miguel Macaya presenta dos Sin título en óleo sobre lienzo, de grandes dimensiones, estrechamente relacionados con la fauna africana: una cebra y un dromedario, de realización precisa, excelente uso del juego lumínico, pincelada firme, pequeña y cuidada y estructura compositiva correcta. Una figuración muy atractiva y sugerente.
Eduard Palaus, bisnieto del fundador y antiguo restaurador de muebles, presenta unas esculturas de madera, dosAntílopes, cuyas cornamentas están realizadas con patas de muebles isabelinos y Art Decó. Una obra original, en su planteamiento y realización, donde las cabezas, también de madera, están extraordinariamente pulidas.
Guim Tio ofrece una obra muy cercana a la taxidermia, no exenta de inquietud y desasosiego. La transformación de sus rostros acerca al espectador a un cuerpo sin revestimiento. Un peculiar “vanitas” del siglo XXI.
Finalmente, Nasevo, acrónimo de Ernesto Ventós, ofrece dos hermosos, tiernos y juguetones conejitos realizados en taxidermia de madera, a los que ha titulado “Nasconejo amarillo y rojo”. Ambos, con coloristas hocicos, hacen clara referencia a sus dos pasiones: el arte y las fragancias.
La muestra se complementa con dioramas originales y fotografías de Toni Catany, Xavier Miserachs, Francesc Català Roca i Pepe Encinas. Un conjunto de imágenes llenas de nostalgia por una época donde el deseo de saber sobre temas más allá de nuestras fronteras, llenaba ilusiones y aportaba conocimientos, algo que un siglo después de la creación del Museo Pedagógico y de Ciencias Naturales (Vda. De Luis Soler y Pujol), debería tener mucha más repercusión, y más sentido de la conservación.
Las piezas que se ofrecen en esta exposición, volverán a oscuros almacenes, al cementerio del olvido de las ciencias naturales, amontonados y casi denostados, verbigracia de incongruentes decisiones políticas, que decidieron desmontar el hermoso Museo de Ciencias Naturales situado en el Parc de la Ciutadella, y trasladar sus hermosas instalaciones y animales a los confines del Forum Barcelona, lejos del estudio y del saber.
Fundació Setba con esta exposición, y su increíble esfuerzo por dar a conocer lo que fue la Plaça Reial, ha contribuido con esta muestra a recuperar una memoria colectiva, que jamás debería haber sido olvidada, fomentando con los establecimientos actuales de tan simbólico lugar, la participación en este especial ciclo de exposiciones.
Artistas como Pep Camps, Xavier Clarés, Sònia Ferré, Jordi Garcia Gil, Núria Guinovart, Xavier Jansana, Guadalupe Masa, Nazario i Alejandro Molina, Roser Oduber, Rosa Permanyer, Marc Prat, Jordi Prat, Març Rabal, Santi Sallés, Cristina Sampere i Rosa Solano, han transformado y adaptado unas magníficas cabezas de animales, en base de papel, que han sido colocadas en cada uno de los establecimientos, como forma de completar y apoyar la exposición de Setba. Visiones eclécticas, plenamente artísticas, cuyo resultado es de una originalidad desbordante y una técnica meticulosa.
La muestra se complementa con un muy instructivo y bien presentado catálogo, un documental dedicado al proyectoMemòria de la Plaça Real, un reportaje dedicado al Taxidermista, y un homenaje a Salvador Dalí, a través de la presentación mundial del “Animalari Dalinià”, con una pieza de mobiliario realizada por Oscar Tusquets.
Tal como el ensayista, periodista y redactor de “La Vanguardia” Lluis Permanyer menciona en su artículo para el catálogo del Taxidermista:
“Entrar era como penetrar en un ambiente novelesco, donde con muy poca imaginación, aparecía de repente la malicia de la aventura, la exploración de lo desconocido, y el hilo de ambientes muy alejados de la ciudad prosaica. El taxidermista era como un de teatro creador de golosas ficciones, en el que cada nuevo visitante tejía un argumento”.
La Fundació Setba ha sabido plasmar en presencia y en esencia el simbolismo del Museo Pedagógico y de Ciencias Naturales (Vda. De Luis Soler y Pujol), el Taxidermista.