Setba Jove ’13 per Marta Teixidó
Crítica de Marta Teixidó sobre la sisena edició de la mostra Setba Jove.
Fundació Setba a través de su galeria de arte, inició el pasado 12 de septiembre su temporada 2013-2014, con una exposición dedicada a la creatividad de las jóvenes generaciones actuales, surgidas de la feria StripArt, una muestra de arte, patrocinada por el Ayuntamiento de Barcelona, que desde hace dieciocho años tiene lugar en el barrio de Horta-Guinardó:
Con la colectiva SETBA JOVE-2013, la Fundació pretende promocionar una plataforma para los artistas emergentes, y que sea también punto de partida para su carrera artística.
Para la edición de 2013, la galeria presenta a un total de 12 artistas, con domino absoluto de la creación femenina: Ay Yamamoto, Maria Bagur, Rubén Ibañez, Cristina Lavilla, Kika Moragues, Sergio Mesa, Yaneth Ribas, Marina Ávila, Mateo Pérez, Oriol Pedragosa, Mirella Hännien y Marta Ferraté que comprenden disciplinas como la pintura, la instalación, la escultura, el dibujo, la fotografía, la serigrafía, la ilustración, el video-art, e incluso la danza.
La muestra exhibe ideas contemporáneas y conceptuales, de jóvenes menores de 30 años, procedentes de Bellas Artes u otras escuelas y academias de la ciudad. Una exposición que en su conjunto puede calificarse de innovadora, atrevida, vanguardista, extraña y atractiva pues si bien huye de los conceptos más academicistas del arte, algo que complace mucho más a la sociedad, ofrece una perspectiva de creación original que, independientemente de gustos, el visitante percibe que ha habido esfuerzo, planteamiento y estudio, a pesar que en más de una pieza, el mensaje o contexto puede ser un tanto rebuscado, y no sepa conectar con el espectador.
Ay Yamamoto ofrece una obra en base a la sabiduría de la Naturaleza, y como esta nos advierte de las consecuencias de su destrucción como un grave problema social para nuestra sociedad.: Sakegashira, un pez que vive en las profundidades del mar, pero que sale a la superficie antes de un terremoto, es una escultura realizada en fieltro, cuy0 reflejo puede verse en una litografía.
Por su parte, Maria Bagur presenta con su escultura Els Llibres que no podrán ser llegits un alegato lírico a favor de la literatura, y de lo que la misma contiene: el saber, el cual no debe ser ni prohibido, ni quemado ni censurado. Como tampoco los libros en sí mismos, deben ser banalizados por la imagen. Rubén Ibañez exhibe un trabajo verdaderamente singular: Vacíos, basados en una particular plasmación de las preguntas universales siempre sin respuesta: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?, a través de unos singulares pilares que no soportan peso físico alguno, pero sí filosófico.
El dibujo en esta muestra está representado por Cristina Lavilla con su obra Cutis #4, una obra realizada en base al collage digital, donde la forma esférica configura un entorno multicelular que simboliza lo que no vemos, tanto del exterior como de nosotros mismos. Kika Moragas presenta una obra pictórica titulada MA-PA025. Una obra formada por 25 cuadros de 30 x 30, cuya colocación global permite contemplar una pieza parecida a un singular mapamundi o simbólico plano para organizar “el caos de lo inebastable”, tal como nos indica la artista. Sergio Mesa presenta una obra pictórica,S/T casi de abstracción geométrica, de pincel ancho, firme, directo e impactante, sobre una superficie de color verde mar, que sorprende al no ser excesivamente habitual, donde la verticalidad y el impacto del color, hacen percibir al espectador una sugerente y tal vez inquietante estructura arquitectónica, símbolo de preocupaciones más que de espacios abiertos.
La obra gráfica de esta muestra corre a cargo de Yaneth Rivas, y una particular Serigrafía del músculo del corazón a través de un estudio anatómico del mismo, como motor y como víscera, elemento de vitalidad incuestionable del ser humano, que percibe sufrimientos y emocione, huyendo de toda clase de romanticismos. Por su parte, Marina Avila aporta a la muestra a través de sus fotografías, una imagen impactante, que el espectador tiende a rechazar, ya que el mensaje es duro, precisamente por tratarse de una crítica a una sociedad cínicamente tolerante y altruista, pero en realidad individualista y distante.
Mateo Pérez, y su 16-1-2013 _ 04-06-2013 también presenta una obra fotográfica en blanco y negro geométrica, extraña, inamovible, brusca. Un interesante contraste entre cielo y elementos urbanos que provoca una singular distorsión, que no es óptica, sino real. La sensación de soledad pero a la vez de equilibrio y armonía, queda perfectamente reflejada en la imagen de Oriol Pedregosa y su Ciutat/Temps/Massa, donde ha distorsionado las figuras humanas, conviftiendolas en simples sombras, para mostrar también una visión geométrica de edificios del barrio gótico de Barcelona un sólida y sobria, pero también con una curiosa sensación de vacío, difícil de definir.
La ilustración en la muestra corre a cargo de Ruben Ibañez y su obra Enigmas. Una pieza de carácter surrealista, donde también se hace patente la soledad, del ser que se ahora en su mar de frustraciones, al observar que su única tabla de “salvación” es la muerte, a pesar de la luz. Una obra inquietante y atrayente, por su particular simbolismo.
Y finalmente Mirella Hännien y su The things I miss always and never (una posible traducción seria las cosas que pierdo siempre y nunca), un título un tanto capcioso que muestra una obra cargada de enigmas. El trabajo forma parte de una instalación titulada “La anatomía de las emociones”, y el espectador observa una pequeña caja torácica de la que emana la vida humana, a través de singulares ramificaciones, que son tanto emociones como derivaciones anatómicas.
En conjunto nos encontramos ante una exposición con un extraño denominador común: LA SOLEDAD humana, expresada por medio de una joven creatividad, falta de ilusión y perspectivas y llena de incertezas.
Una excelente e interesante muestra, perfectamente coordinada por Cristina Sempere, que ha sabido escoger obras que no permiten dejar indiferencias y que nos hace ver cuán compleja y desesperanzada es la sociedad actual.
Marta Teixidó, crítica d’art